Echarse las culpas

Pasaron las elecciones generales  del 25 de octubre y los sectores que apoyaron el gobierno kirchnerista, especialmente desde 2008 para acá, no tardaron en mirarse de reojo y con cierto desprecio.

Luego llego el momento en que las proyecciones electorales rumbo al ballotage distorsionaron los números reales del apoyo a cada candidato:

Lo que quedó claro es que hay un 49% que no quería un modelo de corte “neoliberal”, como el que expresa Macri.

También quedó claro que hubo un 51% que no quiso la continuidad de un modelo “populista” como el que referenció Daniel Scioli.

Antes que centrarme en ese 51%, que no es de total apoyo a la candidatura de Macri, prefiero poner la mirada en ese 49% que no fue de total aprobación al kirchnerismo.

Tampoco quisiera explayarme en la composición social de esos votos, sino en los motivos de los apoyos y en las actitudes de esos apoyos posteriores, especialmente porque allí residirá gran parte de las chances del macrismo, para consolidar su base de poder/gobernabilidad:

A-Por un lado, tenemos un sector importante de votos que no apoyaban al kirchnerismo, pero si reconocían algunas medidas sociales que se habían tomado durante el gobierno o que, reconociendo el impacto social de un eventual gobierno de Macri, decidió su voto por el candidato del gobierno kirchnerista.

B-Los orgánicos no peronistas, que integran organizaciones, partidos, instituciones o agrupaciones informales que adhieren al kirchnerismo, especialmente desde el impulso de las retenciones al agro en el 2008, por compartir una serie de conquistas sociales.

C-Los organicos peronistas.

Aquí podemos hacer un análisis por grupo. Cada uno a tomado una postura luego del 25/10 y especialmente luego del balotaje.

El grupo C sufrió una fractura cuyas consecuencias todavía no están del todo claras. Algunos han decidido mantener una cercanía con el flamante gobierno nacional y otros prefieren una posición de “resistencia”. En medio de reclamos y reproches mutuos, se disputan la renovación de autoridades en el P.J.

Lo más sorprendente es lo que ocurre en el grupo B, donde, en su mayoría, la reacción ha sido echarle la culpa a los del grupo A por no haberse movilizado antes. El argumento concreto es “esperaste a que gobierne la derecha para manifestarte”

Al margen de esto,  parece que este grupo detuvo sus acciones a la espera de la resolución de los conflictos y las definiciones en el grupo C, sin avanzar en una agenda propia de trabajo.

Habrá que estar atento a las subdivisiones de cada uno de estos grupos.