En aquel momento el sistema electoral presentaba novedades.
Las mas significativas: el espacio cedido para la promoción de cada una de las
ofertas
electorales y la incorporación de la instancia de las P.A.S.O.
En aquella oportunidad, desde unos meses previos, las
encuestas y los analistas mas reconocidos vaticinaban la posibilidad de un
balottage, pero en las PASO toda posibilidad quedó prácticamente anulada.
La lista del Frente para la Victoria, aventajo por más de 30
puntos porcentuales a una oposición fragmentada y dubitativa. El liderazgo
ejercido en plenitud por Cristina Fernández, buscando su relección, explica que
el oficialismo haya llegado a las primarias de Agosto con una propuesta única y
solida.
En el marco de la oposición, los candidatos no habían cesadode cometer errores graves, adelantando sus votos en “posibles” 2das vueltas,
rompiendo acuerdos partidarios y adelantando que la elección la ganaría otra
formula.
Después de las PASO, las oposiciones solo se dedicaron a
intentar reunir los votos de otros opositores. Pero la suerte ya estaba echada.
En octubre el Frente para la Victoria reunio mas del 54% de los votos y su
opositor mas cercano, el Frente Amplio Progresista, alcanzó poco mas del 17%,
diluyendo el caudal de sus adversarios en las PASO.
En estos días, faltando un año para las elecciones
generales, el oficialismo aparenta una fractura entre quienes representan el
“espíritu K” y quienes ostentan mayores posibilidades electorales. Así también, en la oposición han aparecido figuras
posicionadas desde las legislativas del 2013.
Así las cosas nuevamente se animan los vaticinios de una “inevitable”
2da vuelta (al igual que en 2011 y en 2007, cuando “Lilita” y Lavagna laprometían) que en las circunstancias actuales solo resta un gesto de la propia
Cristina Kirchner para alinear a todo el arco oficialista detrás de un solo
candidato, mientras, al igual que en las anteriores elecciones, el arco
opositor desgrana en búsqueda de la 2da vuelta.
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